Idelogias que dañan a nuestro tiempo

1. La ideología del materialismo práctico tanto vales cuanto tienes, es toda aquella doctrina según la cual los fines últimos a los que se dirige el hombre, aquello que le traerá la felicidad se basa u obtiene a través de bienes materiales, que tienen como guía el placer, la salud e incluso la riqueza.

Existen cuatro tipos de materialismo:

  • 1. El materialismo metafísico: Afirma que no existe mas substancia que la materia, los primeros defensores fueron Democrito y Leucipo, para ellos el universo deriva casualmente y esta compuesto de infinitos átomos regidos por leyes, que son  producto de los choches de esos átomos entre si en el espacio vacío. Todos los seres de la naturaleza se explican por combinación de átomos y vacío, y su heterogeneidad depende de la diversidad atómica en cuanto al número, la forma, la magnitud y la posición. Demócrito dotó a los átomos de un principio de automovilidad que los convertía en el origen de todas las cosas, excluyendo así toda causa que no fuera material (finalísimo y teologismo).
  • 2. El materialismo metódico: Hobbes utilizó el materialismo como método genético para explicar la realidad, para analizar cómo se genera algo a partir de sus componentes materiales. En su tratado De corpore, afirma que el único objeto de conocimiento es lo corporal, pues sólo lo que actúa o sufre la acción de otro puede denominarse real. Ni siquiera el alma o el espíritu se sustrae a esta concepción materialista y mecanicista del universo: todo se reduce a cuerpos en movimiento y el conocimiento deriva de la sensación: encuentro de dos cuerpos (el percipiente y lo percibido) que se hallan en movimiento.
  • 3. El materialismo práctico o moral: Dentro de esta corriente se halla el Hedonismo ético de Epicúreo, unida a la teoría materialista del universo, por una parte  proponía como compensación un sabio calculo entre los placeres, así como un autodominio como condición indispensable para alcanzar el placer.
  • 4. El materialismo psicofísico: Es aquella doctrina que afirma que cualquier actividad espiritual humana depende de una causa material, que puede ser entendida en términos de actividad nerviosa o cerebral (fisiología). Desde la concepción del Hombre máquina de La Mettrie, hasta la obra de David Hartley, Joseph Priestley o Holbach, este tipo de materialismo hace derivar toda función humana de la actividad orgánica, eliminando, por lo tanto, cualquier tipo de dualismo que le otorgue al alma o al espíritu una existencia separada, real, e independiente del cuerpo.

 

2. La dictadura del relativismo moral:  El mundo se está dividiendo rápidamente en dos campos: los que creen que todo es relativo y los que creen que no todo es relativo, y que existen unos principios morales objetivos, universales y absolutos; es decir, principios que gozan de existencia propia y que son aplicables a todos los seres humanos en toda circunstancia y lugar. El relativismo moral es la idea de que las opiniones morales o éticas pueden variar y son igualmente válidas y ninguna opinión de «lo bueno y lo malo”. Es un fallido intento de considerar que todas las opiniones morales gozan del mismo nivel de validez, sin importar que algunas de ellas sean contrarias entre sí. El relativismo moral le tiene un odio intenso a las jerarquías de las ideas. El relativista no puede aceptar que unas ideas sean superiores a otras. Si el relativista llegara a aceptar, por ejemplo, que la idea de que el aborto es malo para todo el mundo es la verdadera y que la idea contraria es falsa, dejaría de ser relativista. El problema de la modernidad esta en: que el relativista confunde el deber de respetar a la persona que opina y su derecho a opinar con el deber de respetar toda opinión. Todos tenemos el deber de respetar a los demás y también su derecho a opinar. Pero no tenemos por qué respetar todas las opiniones o, dicho de un modo más adecuado y respetuoso (para no faltar a la caridad), no tenemos por qué aceptar todas las opiniones, por el simple hecho de que no todas las opiniones son válidas.

3. La ideología de género:

¿Qué hay de fondo? Es monstruoso y es irreversible. ¿Quién es la naturaleza para decirme quién soy? La identidad la elijo yo. Escribía Ratzinger:

“La ideología de género es la última rebelión de la criatura contra su condición de criatura.

Con el ateísmo, el hombre moderno pretendió negar la existencia de una instancia exterior que le dice algo sobre la verdad de sí mismo, sobre lo bueno y sobre lo malo.

Con el materialismo, el hombre moderno intentó negar sus propias exigencias y su propia libertad, que nacen de su condición espiritual.

Ahora, con la ideología de género el hombre moderno pretende librarse incluso de las exigencias de su propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo; una pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo. “

4. El individualismo excluyente: yo soy el más importante.

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